Situada en la parte norte de Ciutadella, esta cueva marina es un verdadero tesoro geológico y un paraíso para los amantes del buceo. Tras una breve navegación desde la bahía de sa cigonya (Pont d’en Gil), accedemos a una gran entrada sumergida que nos da paso a un túnel natural que se abre hasta revelar una cámara de aire interior, donde es posible emerger. Las paredes están decoradas con estalactitas y estalagmitas formadas hace miles de años, testigos silenciosos de la historia geológica de la isla. La inmersión es accesible para buceadores con titulación Open Water o superior, y se realiza siempre con doble guía, en grupos reducidos, para garantizar la seguridad y el respeto por este entorno frágil y único.

La inmersión en la bahía de Sa Cigonyà es una experiencia tranquila, visualmente espectacular y perfecta para todos los niveles. A lo largo de esta pared, cubierta de algas, esponjas y pequeñas cavidades, podemos observar una gran variedad de vida marina. En la punta, la pared cae hasta unos 20 metros de profundidad, creando un entorno especialmente rico en biodiversidad.

De regreso, seguimos la misma ruta para culminar la inmersión pasando por debajo del emblemático arco del Pont d’en Gil, una formación natural impresionante que atraviesa el mar y que aporta un toque mágico al final de la inmersión.

Situada a apenas 2 minutos de la salida del puerto de Ciutadella, recibe el nombre debido a las impresionantes formaciones rocosas subacuáticas, llenas de arcos, columnas naturales y bóvedas esculpidas por el mar, que recuerdan a la arquitectura orgánica del famoso artista catalán.

La inmersión comienza a unos 15 metros de profundidad y permite recorrer un auténtico laberinto de piedra y luz. El juego de claroscuros y las formas sinuosas crean una atmósfera mágica que sorprende incluso a los buceadores más experimentados. La profundidad máxima ronda los 22-24 metros, lo que permite una exploración cómoda y prolongada. Aunque el atractivo principal es paisajístico, la vida marina no decepciona: pulpos, morenas, castañuelas, nudibranquios y bancos de peces suelen acompañar el recorrido por las galerías.

Situada a unos 40 metros de profundidad frente al puerto de Ciutadella, La Plataforma es una inmersión recomendada para buceadores con experiencia en inmersiones profundas. Se trata de una gran estructura prismática (unos 3 m de alto por 20m de lado), remanente de una obra portuaria que quedó hundida en medio de la bahía.

Se puede penetrar en su interior con facilidad. Tanto dentro como alrededor de su perímetro, se aprecia una abundante vida marina: meros, morenas, barracudas e incluso alguna rayita suelen frecuentar la zona. Con una profundidad máxima de 40m, esta inmersión es ideal para buceadores titulados en Advanced Open Water o superior, que ya tengan experiencia en inmersiones profundas. La Plataforma ofrece un escenario singular, casi un pecio moderno, ideal para explorar estructuras y vida en aguas profundas.

Submarino Rock es una de las inmersiones más características de la Isla. Su nombre proviene de una gran roca sumergida cuya silueta recuerda a la de un submarino varado, visible incluso desde la superficie en días claros. La inmersión rodea esta formación rocosa, que comienza a poca profundidad y desciende progresivamente hasta alcanzar los 20 metros en su cara más profunda. La estructura presenta numerosas grietas, voladizos y pequeñas cavidades donde se refugian pulpos, morenas, sargos, castañuelas y, con frecuencia, bancos de espetones.

La claridad del agua, la facilidad de orientación y la abundancia de vida la convierten en una inmersión ideal para todos los niveles, perfecta tanto para buceadores que están comenzando como para quienes buscan una inmersión tranquila y muy visual. Un entorno rocoso, lleno de rincones por explorar, en uno de los puntos más accesibles y agradables de la costa sur.

Tunnel es una inmersión de contraluces espectacular, situada en la zona de Cales Piques, en la costa oeste de Menorca. Su nombre proviene de la sensación que produce atravesar una estrecha grieta en la pared rocosa que, al abrirse en su parte central, ofrece una impresionante vista tipo túnel hacia el azul profundo —una imagen que muchos comparan con la del famoso “Deep Blue”.

El regreso se realiza también a través de la grieta, pero por un camino alternativo, más elevado, que ofrece una perspectiva distinta del mismo paso y cierra la inmersión con una sensación envolvente y cinematográfica. Con profundidad moderada y una duración corta, es una inmersión ideal como segunda del día, accesible para buceadores con titulación Open Water o superior, y perfecta para quienes buscan paisajes submarinos con carácter y belleza visual.

Cales Piques es una inmersión sencilla pero muy agradecida, situada en la costa oeste de Menorca, justo en la zona exterior de la conocida inmersión Tunnel Vision. Se trata de un entorno rocoso, con fondos mixtos de arena, bloques y posidonia, que ofrece una gran variedad de paisajes y puntos de interés.

La inmersión se desarrolla a poca o media profundidad (entre 6 y 16 metros), pudiendo descender a un arenal de 24, lo que la hace accesible para todos los niveles, ideal para inmersiones relajadas o como segunda inmersión del día. Lo que más destaca en esta zona es la abundante vida marina, especialmente los bancos de viejas (tordos), fácilmente reconocibles por su colorido y comportamiento curioso. Además, no es raro ver morenas, sargos, pulpos, nudibranquios, castañuelas y salpas, entre las rocas y en los bordes de la pradera de posidonia..

Situado frente a Talaier, en la costa suroeste de Menorca, el Malakoff es uno de los pecios más emblemáticos y enigmáticos de la isla. Se trata de un antiguo carguero francés que naufragó en los años 20 del siglo pasado, y que hoy reposa sobre un fondo arenoso a unos 40 metros de profundidad, convertido en un arrecife artificial rebosante de vida marina. Aunque el casco está parcialmente colapsado por el paso del tiempo, aún se pueden identificar zonas clave de la estructura, como la proa, las bodegas de carga y los restos del motor.

Dada su profundidad, esta inmersión está recomendada para buceadores con titulación Advanced Open Water o superior, y con experiencia en inmersiones profundas. Una joya del patrimonio submarino menorquín que no deja indiferente a nadie.

Cerca de Punta Nati, El Bufador es una inmersión breve pero absolutamente mágica, perfecta para los amantes de las cuevas y los efectos de luz subacuáticos. Se trata de una pequeña caverna con salida a superficie, a la que se accede tras una corta navegación y un descenso fácil por una pared protegida. Al entrar en la cavidad, el buceador se encuentra rodeado de formaciones rocosas irregulares y un ambiente casi irreal. El verdadero espectáculo comienza en la segunda hora de la mañana, cuando el sol alcanza el ángulo perfecto y una columna de luz atraviesa la entrada submarina, creando un efecto visual espectacular, como un foco natural que ilumina el interior con una claridad sorprendente.

Es ideal como segunda inmersión del día, accesible para todos los niveles, y una oportunidad perfecta para disfrutar de la magia de la luz bajo el agua.

Es Clot des Barceló es uno de esos rincones secretos que Menorca guarda celosamente. Situado junto a la popular Cala’n Brut, este pequeño entrante rocoso pasa desapercibido para muchos, pero esconde una auténtica joya para el buceo de iniciación y las actividades en aguas tranquilas. Con un fondo de arena blanca a unos 3 metros de profundidad y un máximo de apenas 10 metros, esta cala cerrada se asemeja a una piscina natural: protegida del oleaje, de fácil acceso y con una visibilidad excelente durante la mayor parte del año.

Canyons es una inmersión singular situada en la bahía de Ciutadella, en la zona de Cala Blanca, que debe su nombre a las peculiares formaciones rocosas que simulan auténticos cañones submarinos. Se trata de pasillos naturales, estrechos y sinuosos, que el buceador puede atravesar lentamente, disfrutando de la sensación de flotar entre paredes de piedra esculpidas por el tiempo. Al final del recorrido, cruzamos un banco de posidonia que nos conduce hasta la desaladora de Ciutadella, una estructura sumergida curiosa y muy frecuentada por la fauna local. En sus recovecos es habitual ver meros, pulpos, castañuelas, nudibranquios y, con suerte, algún dentón o barracuda al acecho.

Es una inmersión de profundidad moderada, apta para todos los niveles, y perfecta para quienes disfrutan de los paisajes submarinos con personalidad propia.

Punta Perpignan es una inmersión situada en la bahía de S’Amarador, ideal para quienes buscan profundidad, vida marina y la posibilidad de practicar procedimientos técnicos en un entorno natural privilegiado. Tras una cómoda navegación, alcanzamos una pared submarina que desciende progresivamente hasta los 28 metros, lo que la convierte en una ubicación perfecta para realizar protocolos de inmersión profunda.

La zona destaca por su visibilidad excelente y por la gran riqueza de fauna marina: meros, sargos, barracudas, nudibranquios, morenas y, con algo de suerte, dentones patrullando cerca del azul. El perfil de esta inmersión permite trabajar con precisión el control de flotabilidad, la gestión del gas y el tiempo en fondo, siendo una opción ideal para buceadores con certificación Advanced Open Water que deseen afianzar sus habilidades en profundidad real, en condiciones seguras y estimulantes.

Cigalas y Church, conocidas como las Gemelas, son dos cuevas submarinas situadas una junto a la otra en la costa de Ciutadella, muy cerca de la bahía de Pont d’en Gil. Esta inmersión es ideal para buceadores con experiencia que disfruten explorando cavidades amplias, de acceso cómodo y con efectos de luz impresionantes.

La inmersión comienza con un descenso hasta los 15-18 metros, donde se encuentran las entradas de ambas cuevas, separadas por apenas unos metros de distancia. Church recibe su nombre por su bóveda alta y su forma semicircular, que recuerda a una pequeña capilla. Cigalas, por su parte, debe su nombre a los pequeños crustáceos que habitan en las grietas de sus paredes.

Francina es un pequeño pecio situado en las cercanías de Cala Morell. Se trata de una embarcación que se estrelló en 1974 contra los acantilados en un día de fuerte temporal. Solo un tripulante logró salvar su vida.

El naufragio reposa sobre un fondo arenoso a unos 9 metros de profundidad, perfectamente visible desde los primeros metros de descenso. A pesar de su tamaño reducido, su estructura permanece reconocible, como el bloque motor, el ancla y las cadenas, así como otros restos. En torno a los restos se ha formado un pequeño ecosistema que atrae a pulpos, morenas, bancos de salpas y nudibranquios

Cala Borb es una inmersión tranquila y poco frecuentada, al lado de Cala’n Brut, en un entorno salvaje y poco urbanizado. Se trata de una pequeña cala, perfecta para realizar inmersiones relajadas, con buena visibilidad y en un fondo muy variado. La inmersión comienza sobre un fondo de roca, a poca profundidad, ideal para buceadores de todos los niveles. A medida que se avanza hacia mar abierto, se pueden explorar pequeños pasadizos, voladizos y formaciones rocosas irregulares que ofrecen refugio a una gran diversidad de fauna: pulpos, sargos, salpas, nudibranquios, morenas y bancos de castañuelas suelen ser habituales en la zona.

La profundidad máxima ronda los 18 metros, lo que permite una inmersión prolongada y segura, apta también para realizar prácticas o inmersiones de perfeccionamiento técnico.